sábado, 6 de octubre de 2012

EL TURNO DEL OFENDIDO

 Ahora es la hora de mi turno
el turno del ofendido por años silencioso
a pesar de los gritos
ROQUE DALTON (1935-1975)

Quiero que no me abandones, amor mío
Al alba.
LUIS EDUARDO AUTE
 
Cuando llegué a Venezuela pasé mis primeros meses, quizás mis primeros años, sin poder decir en voz alta el nombre de aquel por quien me había ido de Cuba. Mis amigos se reían y hacían chistes sobre la cobardía de mi gentilicio. Aseguraban que jamás algo así sucedería en esta tierra de gente arrecha a la que no le gusta que le hablen golpeao. 
Creo que tras 14 años con Hugo Chávez podemos por fin hablar de igual a igual.  Ya conocen la omnipresencia del miedo en cada instancia de la vida que me hacía mirar a todas partes antes de abrir la boca. Les corre por la sangre la certeza de estar cometiendo un delito que en algún momento tipificarán y los condenará. Saben, como yo sé, lo que es bajar la cabeza, aceptar las condiciones de El Poder, firmar papeles que odiamos y corear consignas que nos asquean; despachar a los castigados con un “algo habrá hecho”, esa indigna frase que se ha dicho en todos los idiomas y todos los tiempos, siempre con el mismo significado de alivio porque esta vez el verdugo tocó a otros y no a uno.
No me canso de decir que la relación con El Poder es una delicada danza donde cada paso es vital. Su ritmo se establece desde que le regalas un caramelo a una recepcionista para que te adelante un trámite. Cuando cruzas la calle a la carrera para que los carros no te atropellen. Si legitimas los términos del agresor repitiendo como chiste que eres gusano, escoria, majunche, escuálido. Cuando no entiendes que el presidente de tu nación es un servidor público, alguien empleado por ti para que ejerza por un lapso establecido en las leyes, y no el capataz de tu vida.
Me gusta decirle “alcalde” a quien es alcalde. No Juanito ni Pepe. Pero jamás será “mi alcalde”. Muchísimo menos, desde mi estatura y mi dignidad de civil, aceptaré llamarle “mi comandante” a alguien que no me comanda porque no soy soldado.
La sumisión a El Poder llega sin anunciarse. Un poco hoy, y luego más, hasta que se nos olvida que alguna vez tuvimos albedrío. Las pocas libertades que conozco, me las regaló Venezuela, aquel pueblo arrecho que no aceptaba que le hablaran golpeao, y que a la vuelta de 14 años permite hasta que le icen la bandera de otro país en sus astas.
Mañana voy a votar. Será la tercera vez en mi vida. Y la primera que lo hago con alegría y no sólo por obligación. Voto con la miedosa valentía que me enseñaron en mi tierra, temblando de ternura y de pavor. Es muy doloroso dejarlo todo atrás para seguir callado por el mundo. Encabrona vivir chantajeado más allá de tus fronteras y de tu vida sólo por llegar a Rancho Boyeros y que no te detengan. Voto por la gente que quiero, que son más de lo que yo mismo imaginaba. Voto, incluso por los que, inexplicablemente, aún creen que este gobierno tiene alguna reserva moral. Voto porque he tenido tiempo de desglosarlos: sé quiénes de ellos serán las futuras víctimas de un sistema que sobrevive gracias a la constante búsqueda de enemigos que le permiten dar otra vuelta de tuerca. Sé quienes, para salvarse, mirarán hacia otro lado. Y, sobre todo, estoy seguro de quiénes van a ser los futuros victimarios. Tuve demasiados en mi vida para no reconocer una mirada de odio agazapada.
Una mujer muy destemplada me gritó en Cuba que yo “tenía” que ser chavista porque era él quien los mantenía. El embajador venezolano en La Habana, confesó que votar por Chávez es votar por Fidel. Ambos tienen razón.
Pero el caso es que mañana soy yo el que vota en Venezuela, porque vivo en Venezuela. Y soy venezolano. Como Rosa Parks, quizás no sea revolucionario, pero estoy muy cansado. Y sobre todo, en algún momento entre 1992 y hoy, llegué a la conclusión de que estoy hasta los cojones de que me hablen golpeao. 

6 comentarios:

  1. Excelente texto, Camilo, como siempre. Leerte es un placer y una necesidad. Yo también estoy harto de un presidente que para insultarnos nos dice exactamente lo que él sí es y nosotros no: golpista, fascista, vendepatrias... pero hoy ha llegado la hora de decirle claramente que está despedido por su pésimo desempeño, que no es él quien manda sino nosotros.
    Eso sí, me he saltado el video de Alejandro Sanz porque no puedo con él. Suelo preferir a los cantantes que canten mejor que yo, que no es nada difícil, y este, como dirías tú, canta mal con pinga.

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  2. No sé si por la presión de la ansiedad que hemos estado experimentando los venezolanos en los últimos días, presión a la que a cada minuto que pasa y nos acerca a la hora de la elecciones parecen darle una vuelta de manivela que la multiplica, o porque lo que escribes es tan cierto que duele, no pude evitar terminar de leerte con los ojos acuosos, Camilo, y con una profunda desazón en el pecho.
    Te leo y pienso si estos 14 años no fueron una especie de prueba "divina" para bajarnos los humos a los venezolanos, para bajarle 2 a nuestra soberbia, a esa actitud que nos hacía creer que somos un pueblo "arrecho" y que no nos calaríamos lo que los cubanos se han calado por tanto tiempo.
    Al leerte recordaba momentos en los que conversaba con amigos, hace 10 años o más y les decía que me temía que íbamos camino a convertirnos en un pueblo sometido como el cubano y en un país rico, arruinado por un tirano. Ellos me miraban como loco y me decían: "Nooooo los venezolanos no nos calamos esas cosas. Venezuela no es Cuba", con esa soberbia que nos caracteriza(ba).
    Algunos de ellos, terminaron hablando bajito, susurrando su descontento por temor a perder un empleo en el gobierno, esperando que los otros se atrevieran a hacer lo que ellos nunca se atreverían a siquiera intentar.
    14 años después los venezolanos hemos visto que a los tiranos, a quienes no tienen principios ni respeto por los ciudadanos, a quienes solo les interesa el poder y mantenerse en el a toda costa, puede, con cierta facilidad, desvergüenza y displicencia, someter a pueblos incluso más aguerridos que el nuestro, que siempre nos creímos un "bravo pueblo".
    Tu texto me sembró un poco de tristeza en el alma, Camilo, pero al mismo tiempo me hizo reflexionar sobre algo que desde pequeños nos dicen y que no terminamos de entender claramente hasta que la saliva nos cae en la cara: uno no debe escupir para arriba. Eso me impulsa a mañana ir a votar con alegría, con la esperanza de que haya un camino y que los venezolanos hayamos aprendido algo en estos 14 años. Gracias.

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  3. ! Magnifico articulo Camilo! Que el pueblo venezolano sepa aprovechar esa oportunidad que nunca tuvimos los cubanos. Que la cordura y el respeto ganen hoy, y regresen al gobierno. Suerte a ti, suerte a Venezuela.

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  4. http://www.youtube.com/watch?v=EazYGVmGgWM
    see this russian song :D
    pasmatriti eta xaroshaya pesnia:D

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  5. Hola, Camilo, soy Jaime de la Hoz Simanca, autor del texto, publicado en Letralia, sobre la famosa foto del Che. Quiero agradecer el mensaje que dejaste allí, el cual he contestado con mucho respeto. También le escribí a Jorge Gómez, director de la revista, quien me alertó sobre tu mensaje. Lamento la inexactitud, pero hay más de 100 datos en la nota, y creo que todos son exactos, salvo el que señalaste. Es la primera vez que me ocurre en mi vida periodística y después de haber publicado innumerables crónicas, reportajes, perfiles y entrevistas en diversos medios escritos y virtuales. En fin... Ahora conozco tu exquisito blog, del cual seré asiduo visitante. En caso de observar algún error en tus textos, te escribiré en privado, sin groserías ni exposiciones públicas innecesarias. Un abrazo.

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  6. Hola, Camilo, soy Jaime de la Hoz Simanca, autor del texto, publicado en Letralia, sobre la famosa foto del Che. Quiero agradecer el mensaje que dejaste allí, el cual he contestado con mucho respeto. También le escribí a Jorge Gómez, director de la revista, quien me alertó sobre tu mensaje. Lamento la inexactitud, pero hay más de 100 datos en la nota, y creo que todos son exactos, salvo el que señalaste. Es la primera vez que me ocurre en mi vida periodística y después de haber publicado innumerables crónicas, reportajes, perfiles y entrevistas en diversos medios escritos y virtuales. En fin... Ahora conozco tu exquisito blog, del cual seré asiduo visitante. En caso de observar algún error en tus textos, te escribiré en privado, sin groserías ni exposiciones públicas innecesarias. Un abrazo.

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