martes, 14 de septiembre de 2010

AC-CENT-TUATE THE POSITIVE


Aleida Guevara es la hija mayor del Ché. En volumen, porque en edad lo era Hilda, quien según me cuentan se suicidó, la pobre. Hilda vivía en 28, entre 7ma y 9na y estaba casada con un tipo al que le encantaba enseñarle la pinga parada a las muchachas de mi secundaria. Nunca nadie le hizo nada, por supuesto, porque estar relacionado con el Ché Guevara tuvo, tiene y tendrá sus ventajas.
Como una que le envidio a Aleida: su acento argentino. Aleida nació en Cuba, tenía 7 años cuando su padre murió y llevaba tiempo sin verlo, creció en Nuevo Vedado, urbanización muy habanera, y según Wikipedia –quien merece poca confianza, igual que Granma- es pediatra del hospital William Soler, habanerísimo, y ha trabajado también en Angola, Ecuador y Nicaragua. En ninguna parte mencionan una larguísima residencia en Buenos Aires que avale ese tono suave a lo Libertad Lamarque cuando cantaba Tipi-Tipi-Tin; ese decir sureño cosmopolita sin llegar a ser Nacha, la única graciosa de todos los Guevara.
Pero Aleidita habla porteño y a las pruebas me remito. Supongo yo que su asesor de imagen le mostró las desventajas de viajar el mundo siendo hija del Ché Guevara y hablando como Elián González. Y ella, inteligente por todos sus costados, que son más de cuatro,  debe haberlo tomado como una tarea más, de las tantas que la vida le ha impuesto por ser hija del Guerrillero Heroico.
La envidio, sinceramente. Si yo hago eso, todo el mundo dirá que soy seremendo comemierda.  
Pero, claro, yo soy hijo de Lázaro.

4 comentarios:

  1. Reconocera Aleida entre los miles que estan dispuestos a morir por un ideal a los hombres que su padre asesino? Como ella misma dice "no debemos peder la memoria historica".

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  2. Muy bueno. Recuerdo a una muchachita, allá a comienzos de los noventa, que igual hablaba con un fuerte acento porteño. Su madre era una argentina aplatanada y hablaba bastante bien el habanero. La chiquilla jamás había salido de Cuba, pero como era bastante federica supongo que con ese detalle encontró algo de atención. Ella tampoco era nada del Che, por lo que también le decían así.

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  3. Jejejeje, gracias por el comentario, Rodrigo. Yo sí admito que más de una vez le metí en la misma costura a algún acento de algún lado para que me dejaran entrar al Hotel Nacional en el Festival de Cine. Pero eso era supervivencia. Llevo muchos años viviendo en Venezuela, donde le descubrí unas posibilidades al castellano que no conocía en Cuba. Y mi trabajo es el idioma, así que inevitablemente tengo que asumir la lengua de donde vivo y trabajo. Y el "venezolano" tiene el "problema" de que se te cuela facilito en la vida. Es sumamente pegajoso. Pues después de casi dos décadas siendo venezolano, llego a Cuba y mi mamá me dice: "¿Y por qué tú hablas como oriental?" Esto merece un entry aparte, creo.

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  4. me gusta el tono, es bueno d verdad,,, gracias ya ando en contacto

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